jueves, 21 de febrero de 2013
domingo, 17 de febrero de 2013
viernes, 15 de febrero de 2013
Heridas y dolores profundos que nos marcaron, nos cambiaron, nos resintieron.
Estamos ciegos, enceguecidos por egoísmos, no podemos ver más allá, ni siquiera podemos ver lo que pasa al lado.
Perdimos la capacidad de sentir, de la amistad, del amor… Tan concentrados en nosotros mismos y nuestros problemas que no podemos ver que somos nosotros mismos los que nos estamos lastimando, produciéndonos heridas unos a otros.
Solo dos consejos: Mantenernos firmes, no quebrarnos y abrir los ojos, antes que las heridas sean demasiado profundas.
miércoles, 13 de febrero de 2013
miércoles, 6 de febrero de 2013
- Si lo entiendo bien, está diciendo que cualquiera que tenga dos dedos de frente debe ser suicida.
- Sí.
- ¿No es una broma?
- No, no es una broma.
- Si la gente pudiera ver el mundo como es, ver sus vidas como son, sin sueños ni iluciones no tendrían una razón para no querer morir cuanto antes. No creo en dios ¿no lo comprende? Mire a su alrededor, ¿no lo ve? el clamor y bullicio de los atormentados debe ser el más bello sonido a sus oídos. Y detesto estas discusiones. El argumento del aldeano ateo cuya pasión es revelarse interminablemente contra algo cuya existencia negó siempre. Su hermandad es un dolor y nada más, si ese dolor fuera colectivo y no reiterativo, su peso arrastraría al mundo de los muros del universo y lo lanzaría despedazándose en llamas, atravez de la noche que sea capaz de engendrar hasta que no quedara nada, ni siquiera cenizas. Y hermandad.
¿Justicia? ¿Vida eterna? Por dios, hombre!
Muéstreme una religión que te prepare para la nada, para la muerte. Podría unirme a ella.
La suya les prepara solo para más vida. Para sueños, luciones y mentiras.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)